Los cafés especiales son los que sobrepasan el estándar en el que la industria ha acostumbrado a los consumidores de esta bebida, debido a sus características únicas que junto a los estrictos controles de calidad del café colombiano, ofrecen un valor agregado que se percibe en su suavidad, taza limpia, aroma intenso, acidez y cuerpo medio-alto.
Todas estas cualidades por supuesto, tienen un costo superior al de los granos comunes que se compran en los supermercados, además se ofrecen por lo general en tiendas especializadas de café y restaurantes exclusivos.
El objeto de los cafés especiales es adaptarse a las necesidades de consumo de los paladares más exquisitos y ofrecer a los productores una mejor calidad de vida en compensación a su esfuerzo por entregar los mejores granos, como lo indica la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia “Construir relaciones de largo plazo entre los clientes, consumidores y las comunidades productoras de café”, a través de una visión de sostenibilidad.
Colombia es un país privilegiado en cuanto a sus condiciones geográficas y de clima, que junto con los cuidadosos procesos de cultivo, beneficio y clasificación, le imprimen a cada grano de arábigo los elementos necesarios para obtener cafés especiales reconocidos y cada vez más pedidos en los mercados del mundo.
Categorías de cafés especiales
La Federación Nacional de Cafeteros ha dividido a los cafés especiales en tres grandes categorías:
Cafés de Origen: Proceden de un lugar geográfico único, bien sea región, finca o cultivo, características que le aportan a cada grano el sabor de una tierra que adopta los sabores de los cultivos del sector (florales, frutales y otros).
Los cafés de origen se dividen a su vez en Cafés de Finca, Regional y Exótico. Son los denominados por los expertos como la cúspide en la pirámide de la calidad, ejemplo de estos cafés es el de Origen Nariño, Cauca y Huila.
Por su parte, los cafés de preparación son el resultado de una mezcla de varios tipos de café de la mejor calidad, que se caracterizan por una taza alta de acidez y por el tamaño superior de sus granos. Este café se puede acomodar a las exigencias de sabor, cuerpo y aroma de un cliente en especial. Se clasifican en Seleccionados y Supremos.
Y por último se encuentran los cafés sostenibles, que pertenecen a cultivos de pequeños caficultores asociados, quienes reciben una compensación más equitativa que les permite proyectar su futuro y el de su familia, este café también es producido según procesos amigables con el medio ambiente. Se clasifica en cafés de Conservación, Orgánicos y de Comercio Justo.