En las mesas alemanas ya no sólo se observan múltiples clases de cerveza o vasos de agua, ahora más tazas de café están presentes llegando incluso a ocupar el primer lugar entre las preferencias de consumo de los paladares en dicho país, por lo que esta bebida se ha posicionado como un acompañante importante en su cotidiano vivir.
Esta característica de consumo de café en la actualidad hace que esta bebida haya logrado cambiar paulatinamente los hábitos de consumo alemanes, situación que ha beneficiado a la industria cafetera y ha colocado a éste mercado como el tercero en el mundo para los productores latinoamericanos, las cifras hablan por sí solas: en Alemania se consumen 9,5 millones de sacos anuales de café (equivalentes a 570 mil toneladas)
Le anteceden en consumo Estados Unidos y la Unión Europea.
Un estudio divulgado por especialistas indica que el mercado Alemán es el responsable del 7% mundial de consumo de café, después del 17% de Estados Unidos.
Concluye indicando que Latinoamérica exporta aproximadamente 60 millones sacos de café de los 82 millones de sacos que produce al año, más de la mitad de la producción va a países cada vez más atraídos por las bondades del café arábigo.
Las exigencias del mercado Alemán también han obligado a los productores a ofrecer a sus clientes en Europa, diversas presentaciones de café más allá de la tradicional taza de bebida caliente, que sin embargo todavía es muy apreciada por un gran segmento de la población.
Buscan colocar más tazas de café en Asia
Países como Brasil y Colombia continúan liderando las exportaciones de café arábigo, pero Colombia ha buscado ampliar cada vez más sus horizontes aprovechando sus características de suavidad y alta calidad de su grano, el cual ya atrae a otros mercados en los cuales está incursionando.
Son ellos los asiáticos, que para los expertos han sido motivados por la globalización que los ha llevado a cambiar sus tradiciones culturales, como la bebida única de diversos tipos de tés, por la toma de café en reuniones sociales, fenómeno que se observa en Indonesia o Japón.
Esta coyuntura constituye una atractiva puerta de entrada para los productores colombianos de café, que apuntan con más seguridad a estos mercados emergentes.
Cifras aportadas por la Organización Internacional del Café, indican que el consumo de café creció 2,3% en el último año y advierte que hay que potenciar más las exportaciones hacia países como: Argelia, Australia, Rusia, Corea del Sur, Turquía y Ucrania, cuidando de igual manera los mercados en los que ya se ha posicionado, como los de la Unión Europea y Estados Unidos.