Para los conocedores en el tema los cafés de microlote son el más alto peldaño en la escala de calidad, granos que se cultivan, benefician, tuestan y exportan de una manera muy especial, dando como resultado un producto insuperable en sabor y aroma. Un placer más costoso que el común y del que hay una gran demanda por parte de los verdaderos conocedores.
Los cafés de microlote son los denominados de “tercera generación”, cuya cualidad excepcional es su perfil de taza, así como su comercialización a través de pequeñas cantidades que pueden ser en bolsas de entre 20 a 70 kilogramos como máximo. Su producción no es en línea, sino de acuerdo a las características específicas del cliente, quien lo pide de acuerdo a su gusto.
Gran parte de las cualidades de sabor y aroma de este café, se derivan de las características del lote en el que se cultiva, la calidad de la tierra, así como la cercanía con otros árboles frutales o florales que le imprimen un sabor característico, por lo que éstos granos nunca serán igual a los otro lote, así estén en la misma finca.
La producción del café de microlote – que es relativamente nueva en Colombia, se da gracias a las características geográficas y de microclimas presentes en el país, cualidades que permiten ofrecer un mayor gamma en este tipo de café.
Mercado abierto a la venta de cafés de microlote
Su creciente demanda en el mercado mundial por parte de los conocedores de café, hace que anualmente lleguen a Colombia expediciones de agrónomos y conocedores, en la búsqueda de las fincas cafeteras que ya tengan microlotes, que cuenten con estrictos y determinados procesos de cultivo, beneficio, tostado y almacenamiento.
Los granos seleccionados son debidamente exportados a las diversas comercializadoras extranjeras, que piden por una carga un precio especial y que el comprador pagará sin ningún problema. Entre los compradores de este tipo de café, se destacan los baristas y otros expertos, quienes los ofrecen en sus exclusivos negocios o para tenerlos en su colección de cafés especiales.
Y es que el precio del café tipo microlote está cotizado por encima del café tradicional, que se oferta en la bolsa de valores, por lo que es una gran fuente de ingresos para los dueños de las fincas en donde se produce, quienes se benefician al venderlo de forma directa y sin intermediarios.
Este valor superior corresponde al especial cuidado y esfuerzo de los campesinos cultivadores, quienes además de darle toda su dedicación, también incluyen su experiencia y su historia de vida aprendida de generación en generación en las zonas cafeteras de Colombia.