Un producto que propende por el cuidado de la naturaleza, la calidad de vida y la conservación de la cultura ancestral de las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, es lo que ofrece desde hace más de dos décadas cada taza de café Annei.

Representantes de la cultura Arhuaca montan su stand cada vez que pueden asistir a una feria del café para dar a probar a los visitantes una taza de esta deliciosa bebida y explicar a los interesados aspectos relacionados con su visión del mundo, su profundo respeto por la naturaleza y el progreso que ha traído a sus comunidades el comercio del café orgánico que ofrecen a través del modelo asociativo que emplean.

Este café es el sustento de 700 familias de Arhuacos, Koguis, Wiwas y Kankuamos, quienes han obtenido certificaciones  tales como café 100% orgánico, de comercio justo y premium, entre otras.

Las variedades que se cultivan en la Sierra Nevada de Santa Marta, así como de la Serranía del Perijá, en el norte del país, son arábigos tales como Castilla, Colombia, Caturra, Tabi y S6, que se benefician de la variedad de microclimas que van de 1200 a 2000 metros sobre el nivel del mar,  también de los terrenos con inclinaciones superiores a los 50 grados.

Buen sabor y sostenibilidad

Sobre el perfil de taza sus productores indican que posee notas de frutos rojos, chocolate, vainilla y panela, que han tomado su sabor de las bondades de la tierra y su cercanía con otros cultivos de pancoger que le brindan su sombra.

Las clases de café que ofrecen son: el femenino, que busca garantizar el bienestar de las madres cabezas de familia (más de 200) quienes se asocian y a través de su emprendimiento mejoran su calidad de vida y la de su familia.

Café orígenes, que resalta las bondades de esta tierra que cuenta con playas y con alturas de nevado en un solo territorio, así como las formas ancestrales en que las diversas comunidades indígenas cultivan y benefician el grano.

 Y café premium, cuyos granos son cuidadosamente seleccionados con el fin de producir las mejores tazas.

La certificación de comercio justo, les permite a los productores recibir una prima adicional sobre el precio regular de su café, este dinero es empleado para adelantar proyectos de inversión que mejoren la calidad de vida de las comunidades.

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