Más beneficios parecen atribuirse al consumo continuo pero moderado de la cafeína, en especial para prevenir y tratar la enfermedad neurológica degenerativa conocida como mal de Parkinson que ataca especialmente a los adultos mayores y que con el paso de los años se ha hecho más común.

Los primeros estudios realizados en 1968 acerca de la vinculación de la cafeína principal componente del café con la reducción de la aparición del incapacitante mal, se han reforzado con otros más recientes en los que se ha comprobado que los pacientes que ya padecen la enfermedad han sentido alivio en algunos de sus síntomas.

Países como Estados Unidos, Alemania y España han investigado más a profundidad y concluido que tomar café reduce la posibilidad de padecerla cinco veces más que a quienes no lo beben.

Una de las pruebas se realizó con una pequeña población de adultos afectados por el Parkinson y compuesta por dos grupos, unos quienes tomaron diversos placebos y otros que tomaron 100 mg de cafeína durante el día (equivalente a dos tazas de café)

Los resultados arrojaron en los que tomaron café una mejoría en sus capacidades motoras, menos rigidez y una notable actividad en sus movimientos.

Cafeína unida a medicamentos contra el avance del Parkinson

Más estudios realizados en animales han comprobado que la cafeína trae efectos protectores en los nervios ya que utilizada con medicamentos para el tratamiento del Parkinson reduce la velocidad con la que se degeneran las células productoras de dopamina (sustancia que cumple funciones de neurotransmisor en el sistema nervioso)

Otras investigaciones en humanos efectuadas por el Instituto Karolinska en Suecia, evidenció  que varios cientos de hombres maduros que tomaron café (3 a 5 tazas diarias) por más de dos décadas, tendrían 65% menos probabilidades de desarrollar Parkinson, en el otoño de sus vidas.

Y es que de acuerdo a los especialistas, la cafeína influye en la actividad de las sustancias del cerebro, ya que bloquea los receptores cerebrales afectados por la adenosina sustancia que no permite la transmisión de la señales de movimiento al interior del cerebro.  Se notó un aumento de la actividad motora y el movimiento.

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico que se manifiesta en la rigidez muscular, lentitud de movimientos, temblores y problemas en el habla y la escritura, síntomas atribuidos a que el cerebro no recibe suficiente dopamina a causa de la muerte de las células nerviosas. La aparición de esta enfermedad está relacionada  a factores genéticos, estilo de vida y ambiente.

Esta enfermedad afecta a unas 4 millones de personas y en el futuro se calcula que a 1 de cada 100 adultos mayores.

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